Como todos los dias, se levanto muy temprano en la madrugada, 4:30 am, si quieres tener chance de tomar un autobús para ir a cualquier lugar debes levantarte a esa hora, rápidamente tomo una olla y con ella agarró agua de un Pipote que había logrado llenar en la tarde del día anterior, una de esas rarezas donde llega el agua por tubería, milagros de Dios diría la Abuela, prendio la cocina y puso a calentar agua, bañarse a esa hora con agua fría no es nada agradable, mientras el agua calienta, comienza a preparar la ropa que iba a usar todo el dia, con lo difícil que esta el servicio de transporte público, ni pensar en regresar a casa sin haber terminado las diligencias, puso sobre la cama la ropa interior, el jeans y la franela, las medias, el reloj… no, mejor lo dejo, el hampa esta muy desatada, el dinero para el pasaje ida y vuelta, solo eso, no alcanza para comprar ni una malta, este mes se quedó corto, muchos gastos para preparar el viaje, por fin me voy, pensó, ya tengo el pasaporte y el pasaje… que detalle el de mi mama, regalarme el pasaje en autobús para Perú, va a estar rudo, casi una semana de carretera, pero vale la pena, aqui en Venezuela ya no se puede vivir, esto es un soberano peo todo el tiempo, si no es el Hampa, es el hampa uniformada, ayer vi como saqueaban un camión cargado de papel sanitario, llegó la Policía y la Guardia Nacional, corrieron a los saqueadores y ellos se llevaron el resto, me voy, estoy cansado de pichirrear la comida, estoy cansado que la mitad de mi sueldo solo sirva para comprar un carton de huevo, ja, si compro carne ya ni para pasaje me queda, pero eso se acabó. Tomó la olla con el agua caliente, la mezclo con un poquito de agua fría y se baño con «tobito», tipo vaquero pues, se vistio rapido, la buseta pasa como a las 5:15.
– A dónde vas hijo?, escuchó la pregunta de su madre.
– Mami voy al centro, a llevarle el dinero a Guillermo, de los dolares que me vendio para lo del viaje, le respondió con voz baja, por aquello de que las paredes oyen!
–ay mijo, mucho cuidado.
–Tranquila vieja, siempre le causó gracia esa expresión, pero esta vez no la oyó decir «viejas tus nalgas», jajajaja, como la voy a extrañar, pensó. – Mama no llames, no me llevo el teléfono, lo voy a dejar en la casa!, dijo en voz alta por aquello de que las paredes oyen… Mama me oíste!?, va, se quedo dormida otra vez, rapido que no voy a llegar.
Como llego a la parada, tomó el autobús y llego al centro, casi ni lo noto, fue algo tan automatico y cotidiano, que si le preguntas algún detalle no sabría que responder, forma parte de la monotonía diaria que se ha convertido vivir aquí en esta tierra de gracia!, en un momento dado cayo en cuenta y pensó, coño e’ la mae, me traje la mierda esta!!…
Sin darse cuenta, de forma inconsciente se había traido el telefono, estaba apagado, gracias a dios pensó, bueno ya estoy aqui.
Guillermo llego, como siempre, apurado, extraño personaje, siempre arreglado como para una fiesta, siempre apurado como la cenicienta.
-Que paso varón de jehová?, como esta la vaina?, preguntó Guillermo al ver a su amigo.
-Todo bien Broth!, mira aqui te tengo la vaina, tocando el bolsillo derecho delantero del pantalón.
Como si nada, Guillermo tomo el dinero, lo guardó en su morral, intercambio unas palabras con su amigo, se despidió, le deseo buena suerte en su viaje, y tal cual como había llegado, se marcho, «siempre arreglado, siempre cenicienta», penso.
Lo que muestran las cámaras de seguridad de la panadería, un joven entra y se queda en la puerta, a un lado para no estorbar, saca un telefono, escribe un mensaje y guarda el teléfono en el bolsillo delantero derecho, al mismo tiempo que escribe el mensaje otro joven que esta cerca viéndolo saca una pistola y lo apunta, el primer joven logra tomar de la mano al pistolero y casi lo desarma, el video es en blanco y negro, sin audio, solo se ve al primer joven caer al piso, las personas en la panadería correr, ya el pistolero ni se ve.
Guillermo llega a una licoreria donde se encuentra a un vecino, piden unas cervecitas, el calor esta fuerte, hablan de cualquier pendejada, mientras piensa, «ojala le vaya bien al Varoncito de jehova».